domingo, 18 de diciembre de 2011

De nómadas y ojos en el cielo...

Imagínate con tu familia de "acampada" en un bosque. Tu pareja, tus hijos, padres, abuelos, hermanos, sobrinos e incluso amigos... Está anocheciendo y habéis encendido una hoguera para calentaros y espantar a posibles depredadores. El día no se ha dado mal y habéis cazado un oso. Sí, ¡habéis cazado!.
No tienes internet, ni electricidad, ni linternas. Lo más parecido a un móvil son las piedras que tienes alrededor. No sabes lo que es una cremallera, una botella ni lo que son los cascos para escuchar música. No sabes lo que es una rueda. Una acampada un tanto extraña, ¿verdad? Hoy no se oirán en el bosque vuestros cantos sobre la melodía de guitarras ni contaréis historias de miedo porque, ya vuestra propia subsistencia, vuestra vida cotidiana, es un acto de supervivencia al límite.

Fuente: http://mery-garabote.blogspot.com/2009_08_01_archive.html


Nos hemos trasladado a hace 10.000 años.

Hoy habéis podido cenar bien. Llevábais varios días a base de raices, almendras y alguna que otra baya. Se nota porque vuestra tribu está relajada junto al fuego y sobre todo que los encargados de cazar están con vosotros, no deambulando por las proximidades en busca de caza. Os acercáis a la hoguera más que otras veces porque hace más fresquito que otros días. Además habéis notado que el fuego que se pasea por el cielo todos los días, el sol, cada vez está durando menos tiempo y camina más bajo. Notáis en la cara el calor que desprende la hoguera y véis como vuestra familia sonríe y se cuentan historias de antepasados. Esperáis con ansia a que vuestro abuelo hable. Él sabe mucho y siempre os calláis para escucharle. Te has acostumbrado a que cuando empieza a llegar el frío siempre cuenta algo sobre una hoguera que se enciende en el cielo y estás deseando volverla a escuchar. La esperas con ansiedad porque en tu cerebro se ha encendido una luz, has tenido una idea y quieres comentársela a la tribu, pero necesitas esa historia, necesitas asentar ese conocimiento que tu abuelo te va a transmitir.

Tu abuelo comienza a hablar.

<<  Cuando era joven, mis antepasados no enseñaron que en el cielo hay otros pueblos como el nuestro. De día no se les podía ver, pero cuando la noche caía y el gran fuego diurno desaparecía detrás de las montañas, ellos encendían hogueras como la nuestra. Esos puntos brillantes que vemos arriba son las hogueras de otras tribus. Son seres formidables que permanecen sin caer a nuestros pies. Una de las hogueras más grande es la que empezamos a ver ahora, cuando empieza el frío... >>

Tu abuelo está transmitiendo el conocimiento de generaciones y generaciones observando el cielo. Sin querer está enseñando una correspondencia de lo que ocurre arriba con lo que ocurre abajo: Aparece una hoguera, aparece el frío.

Hace tiempo que piensas que la vida que lleváis de nómadas es una vida más complicada que la que llevaríais si tuvierais un asentamiento estable. Saber con antelación que va a llegar el frío os daría margen para prepararos. Además un poblado estable permitiría tener animales, que estáis empezando a domesticar,  y podríais cultivar ciertas especies vegetales para vuestro consumo. Pero tienes que controlar cuando vienen las estaciones de lluvia, la cálida, la fría, para poder realizar mejor los trabajos.

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Esto pudo haber ocurrido perfectamente así hace unos 10000 años, pero volvamos al presente.

Hace unos 10000 años la especie humana dejó de ser eminentemente nómada para ser sedentaria. El ser humano encontró correspondencia de lo que ocurría en el cielo con lo de la tierra. Por ejemplo, la estrella Sirio, en nuestras latitudes de España, comienza a verse por el horizonte más o menos cuando el frío hace su acto de presencia. En el relato inventado hago referencia a ella, es una de esas hogueras que se encendían en el cielo.

Poco a poco el ser humano comenzó a controlar todos los movimientos cíclicos del cielo. Evidentemente el día y la noche consecuencia de la rotación terrestre, es un movimiento tremendamente habitual. El movimiento de traslación de la tierra alrededor del sol no es tan fácil de ver si estás sentado viendo pasar al sol o a las estrellas, ya que el movimiento que parece que ocurre es de los astros y no de la tierra que parece parada. De cualquier modo, la consecuencia es que los diferentes grupos de estrellas se mueven poco a poco hasta completar un año, es decir, las constelaciones que están cerca del ecuador celeste se repiten de año en año. Las próximas al norte, a la estrella polar, se ven siempre.

Desde que los primeros seres humanos comenzaron a controlar el cosmos, bueno, su movimiento aparente, hasta nuestros días, la astronomía ha experimentado un cambio brutal, aunque la realidad es que ha sido en los últimos 100 años cuando ese cambio se ha visto con más rapidez, independientemente que hace 400 años Galileo dio un fenomenal cambio a la astronomía.

Ahora tenemos en el cielo, dando vueltas a la tierra a cientos de ingenios que son nuestros ojos en el cosmos. Tenemos una grandes posibilidades de conocer mejor dónde estamos y cómo funcionan las cosas alrededor nuestro.  Recuerdo que dijo Carl Sagan: "Somos el medio para que el Cosmos se conozca a sí mismo". Hace poco, 10000 años, mirábamos desde aquí abajo, con miedo, al Cosmos y hoy hemos subido nuestros ojos al espacio.

Mientras dormimos, mientras soñamos, mientras comemos, mientras estudiamos, mientras trabajamos, mientras amamos, en una órbita que ronda los 600Km de altura y dando una vuelta a la Tierra en unos 97 minutos, la ingeniería humana ha colocado, en lo que me parece uno de sus mayores hitos, ha situado un ingenio al que se le puede llamar "El ojo que todo lo ve". Fuera de las turbulencias que produce nuestra atmósfera en las imágenes que llegan del espacio exterior, en unas condiciones envidiadas por cualquier astrónomo profesional o aficionado, el telescopio orbial Hubble, HTS en Inglés, trabaja sin descando. Tiene un espejo de cerca de 2 metros de diámetro y su distancia focal es de algo más de 57 metros. No es tan largo porque mide unos 13 metros realmente, pero la manera en la que tiene diseñada la óptica funciona como si tuviera esos 57 metros de longitud.




Fue lanzado el 24 de abril del 1990. En un principio hubo un fallo por el cual su óptica mostraba imágenes desenfocadas. Una misión con un transbordador espacial permitió corregir este defecto.

Se prevé que en el año que viene deje de funcionar. Ya hay "otros ojos" más potentes que él trabajando para la ciencia, pero al Hubble le debemos muchísimo. Deja un legado para la humanidad que no es valorado como se merece. Sólo hay que dejarse llevar por sus imágenes. Sobran ya las palabras y basta sólo un recuerdo para aquellos humanos que se reunían en torno a una hoguera para mirar el cielo. Con ellos comenzó el sueño del Hubble:

Nebulosa del Águila. Aquí, entre las nubes y como si fueran una cuna, están naciendo estrellas.



 Galaxia irregular Antennae



Galaxia del Sombrero


Nebulosa planetaria Ojo de gato


MI FAVORITA
Nebulosa planetaria del Anillo


No te olvides visitar la galería de fotos del Hubble:
http://hubblesite.org/gallery/album/
http://www.spacetelescope.org/

domingo, 11 de diciembre de 2011

21 Dic 2.012 ¡¡¡¡¡¡ EL FIN DEL MUNDO !!!!!! otra vez...

"Hay dos cosas infinitas: el universo y la estupidez humana. Y no estoy tan seguro de la primera".
-Albert Einstein-

Quizás esta frase resuma lo que quiero decir y no es precisamente que el Universo sea o no infinito.

Desde el principio de los tiempos el ser humano ha tenido miedo de todo lo que le rodea. Me imagino a la gente de hace más de no sé cuantos miles de años viendo una simple tormenta. ¿Qué podría pensar ante tal suceso? Asociar un rayo a la consecuencia de que tal o cual Dios estaba enfadado y descargaba su furia contra el suelo, no me parece nada raro, incluso me parece normal. Pensar que el sol es un fuego guardado en un carro que conduce otro Dios a lo largo del firmamento, sinceramente, me parece bastante lógico. Descubrir que cuando se empezaba a ver tal estrella por el horizonte coincidía con la crecida, por ejemplo, del Nilo, permitía asociar a esa estrella con un Dios que traía el bien, ya que las crecidas del Nilo, como sabéis, abonan los campos adyacentes a su curso. Ya, por extensión y por resumir, crear toda una corte de Dioses, Diosas, Semi-dioses y animales fantásticos en el cielo, uniendo estrellas con líneas imaginarias hasta formar sus figuras, era una necesidad que satisfacía ciertas inquietudes terrenales.

Dios HELIO surcando el cielo. Los griegos pensaban que así era el Sol.
Fuente: etimologiasymitologia.blogspot.com

La antigua astrología, ¡ojo! recalco antigua, respondía a ciertos aspectos de la vida cotidiana de nuestros antepasados, no de una manera científica en todos los casos, pero respondía a necesidades básicas. Cuando pongo la frase de A. Einstein que hace referencia a la estupidez humana, para nada meto en el saco a los antiguos astrólogos que intentaban buscar las causas de lo que acontecía en el mundo, todo lo contrario, son dignos de elogios por tantos descubrimientos realizados, nunca mejor dicho, a ojo, ya que carecían de cualquier aparato medianamente fiable de los que ahora tenemos acceso. Por supuesto que meto en el saco de los estúpidos ignorantes a todo aquel que, antiguamente o contemporáneamente, defiende una idea sin base científica o que la trata de imponer sin razonamientos. Que antiguamente se amparasen en la religión es igual que ahora se amparen en otras cosas.

Desde el comienzo de nuestra vida por la tierra, los seres humanos hemos inventado colosales monstruos, dioses caprichosos  y maldades de todo tipo que ponían en peligro la vida tal y como la conocemos, es decir, desde siempre hemos sido unos pesimistas y siempre han habido opciones de que todo acabase. Seguramente en el año 1000 se pensó que la tierra se acababa, que nuestro mundo se iba al garete. En el 2000, aparte de que los informáticos sacamos pingues beneficios por el miedo de los dos dígitos (00), hubo muchos agoreros de malas suertes y predicadores del fin de los tiempos. No sé si en el año 666, número que se le asigna al diablo, no sé si la gente por aquél entonces pensaba en la venida del maligno y que todo se acababa, pero si fuera en la actualidad más de un gili... (...y lo que sigue) aparecería diciendo chorradas. Por citar un ejemplo concreto, el fundador de la iglesia mormona proclamó, hacia mediados del siglo XVII o XVIII, que Dios le anunció que en 56 años se acababa el mundo. Como no ocurrió, diferentes "iluminados" fueron trasladando la fecha para más adelante. El descubrimiento de cometas o de eclipses suelen ser anunciadores de malos augurios. Un caso gracioso es que en el New York Times en 1910 anunciaron que la tierra pasaría por la zona en la que realizó una de sus pasadas el cometa Halley. Pensando que a la tierra caerían gases letales la población estuvo alarmada durante mucho tiempo y se agotaron las mascarillas. La tierra no es un ser vivo que tenga constancia de que existen días, meses y años. ¿Alguien cree que en el Cosmos hay algún objeto, ya sea una galaxia, una estrella, un planeta, un quasar, que sepa lo que son los años? Los calendarios son inventos humanos para el control de sus vidas y si empiezan a contar desde hoy o desde hace 5.689 años es totalmente transparente a la naturaleza.

Por cierto, el 21 de Mayo se acabó el mundo, otra vez, por si no lo sabías:
Fuente: 3.bp.blogspot.com

Bueno, hay miles de ejemplo a lo largo de nuestra historia y ahora toca el turno a los Mayas.

El de los Mayas fue un pueblo del que tenemos que envidiar muchas cosas. Una de ellas fue el calendario. Llegaron a elaborar un calendario extraordinariamente preciso, tanto que es más preciso que el que usamos nosotros actualmente.
Como todos los calendarios se basa en ciclos, en algo que ocurre repetidamente. Por ejemplo nuestro calendario tiene días. Los días son los periodos en los que la tierra da una vuelta sobre sí misma, ¿verdad? Nuestro calendario tiene meses. Los meses son el fruto de plasmar en el calendario el movimiento de la luna alrededor nuestro. Realmente, al contrario de los días, nuestros meses han sido modificados y no expresan realmente los 28 días que tarda la luna en dar una vuelta, pero están basados en ella. Tenemos años y estos son el resultado de contabilizar una vuelta de la Tierra alrededor del Sol, ni más ni menos. Cuando acaba un día viene otro, o sea, no se acaba el mundo. Como dice mi mamá política "Un día pare a otro y todos vienen preñaos", no la falta razón. Después de un mes viene otro, o sea, no se acaba el mundo. Después de un año viene otro, o sea, no se acaba el mundo.

Calendario Maya.
Fuente: 2.bp.blogspot.com


Después también tenemos cuentas que no se corresponden a nada que ocurra en el cielo como pueden ser las semanas, los lustros o los siglos, por citar alguno. Son cuentas que usamos para manejar mejor los calendarios. Los Mayas tenían días, meses y años como tenemos nosotros, aunque a su modo. Aparte tenían en su calendario cuentas mucho más largas, parecido a nuestros siglos pero no exactamente porque eran mucho mas grandes. Pues bien, una de las cuentas, que precisamente se llama la cuenta larga, que controlaban en su calendario tenía un periodo de unos cuantos miles de años y precisamente el 21 de diciembre del 2.012 acaba y comienza otra. Creo que son unas 5 cuentas de estas llamadas largas las que han tenido lugar desde que los Mayas hicieron su calendario, es decir, que tendrían que haber ocurrido 5 fines del mundo.

Es triste tener que empezar un blog de astronomía hablando de la estupidez humana, pero no van a faltar imbéciles que salgan como setas proclamando el fin del mundo, el nacimiento de una nueva era, etc …, para sacar beneficio de ello, o captar protagonismo. Me parecía oportuno advertir de esto y explicar, muy resumidamente, en que consiste el calendario Maya en cuanto a ese fin del mundo que anuncian. Si habéis visto la película 2.012, que espero que no hayáis perdido el tiempo, no puede ser más chorra. Si habéis visto la serie El Barco, si es por el chico tan guapo que sale está perdonado, si habéis visto la serie que dice que el laboratorio de hay en Ginebra (Suiza), el LHC, va a provocar el fin del mundo tal y como aparece en la serie, pues eso, un poquito de rigor científico.

Acelerador de partículas (LHC). El mayor laboratorio de Física jamás construido:
Fuente: angelgomezfuentes.files.wordpress.com


Está estudiado CIENTIFICAMENTE que al sol le quedan unos 4.500 millones de años de estabilidad fabricándonos calor y luz. Llegando ese momento el sol perderá la estabilidad y se hinchará poco a poco. El cambio climático en la tierra sufrirá de inmediato alterándose brutalmente. El sol, mientras, seguirá hinchándose poco a poco. Llegará hasta el planeta Mercurio y lo devorará, llegará hasta Venus y se lo tragará y, probablemente llegue hasta la Tierra. En algunos estudios se hace referencia que cabe la posibilidad que llegase hasta la órbita de Marte, pero claro, a nosotros ya nos dará igual.

Está estudiado CIENTIFICAMENTE que a la Tierra cae diariamente, más o menos, una tonelada de partículas en forma de polvo y pequeñas piedrecitas, del espacio. Algunas aparecen como estrellas fugaces y las que son un poco más gordas como meteoros. Pues ocurre también que de vez en cuando caen piedras gordas, o asteroides. Dependiendo de la masa y de la velocidad que traigan, un asteroide puede causar un gran cráter, arrasar una ciudad, arrasar un país o cargarse la Tierra. La Luna es el resultado de que una piedra gordísima, más bien un pequeño planeta, chocó contra la Tierra y parte del material que no salió despedido a hacer gárgaras, se quedó flotando alrededor de lo que quedó de la Tierra. La extinción de los dinosaurios fue provocada por un gran asteroide que, después de la colisión, provocó una gran nube que cubrió la Tierra y el sol no llegó a su superficie.

Seguramente en el periodo que dure nuestra vida, la de nuestros hijos y nietos nada de esto ocurrirá y de lo que nos tenemos que preocupar es de ser felices y no hacer caso a la ignorancia humana...


martes, 6 de diciembre de 2011

Tragos de luz



Fría soledad compartida, soledad amable,
soledad oscura, centelleante oscuridad.
Sedientos ojos, ojos atentos,
ojos ávidos, expectantes ojos.
Tranquilos, reposados llegan al alma,
tragados sin descanso, sin quietud.
El premio a la paciencia, a la calma:
tomamos de los astros tragos de luz.